Desde el pasado te amo...

Hola amado mío

Te saludo desde el pasado, quería contarte que escribo esta carta desde hace varios años atrás, de hecho, ahora tengo 18 años, escribo pensando en el día en que la vida al fin uniera nuestros propósitos.

Si tienes ahora esta carta en tus manos es porque increíblemente cumples con todos los requisitos que tenía sobre quien sería mi compañero de vida. Sé que puede sonar caprichoso, pero supongo que tener un estándar difícil de cumplir te da más seguridad respecto de que es esa persona y no otra, porque por muchos defectos que alguien pudiera tener, si la persona es la adecuada, hasta llegas a amarla con virtudes y defectos, y pues si no es, entonces siempre habrá algo incómodo, es como cuando usas una camisa, puede verse espectacular cuando la usas, sin embargo, si te pica la etiqueta, puedes aguantar la molestia pero, en algún momento desearás quitarla para sentirte cómodo. Si la etiqueta es la persona, tú en mi vida eres de esas etiquetas que no pican, puedo llevar la blusa todo el día y no será jamás una molestia.

Mis amigos ya saben cómo imagino el día de nuestro matrimonio, aun sin conocerte por eso ellos debieron insistirte en ayudarnos con todos los preparativos, ellos saben que, si eres el indicado, te iba a gustar tanto como a mi cada detalle de ese día, así que, si tienes esta carta en tus manos, es porque seguro fue así y podría apostar que también eres amigo de ellos.

Nunca quise alguien que me complete, yo ya fui hecha completa desde el principio, realmente detesto esas frases sobre la media naranja, si no eres capaz de amarte a ti mismo primero, ¿cómo puedes esperar que alguien que se quiere a medias pueda ser el apoyo y la compañía que necesitas? Lo que sí quería en mi vida, era alguien que pudiera complementarme y es precisamente eso lo que encontré en ti. Supongo que somos tan parecidos en algunas cosas y tan distintos en otras que combinar nuestras aptitudes deben resultar grandes ideas.

Tengo una serie de deseos que quiero cumplir si eres mi “para siempre”:

Ya debes saber que no me gusta el futbol, siempre me ha parecido aburrido estar poco más de hora y media sentada viendo cómo unos tipos patean una pelota, prefiero pasar ese tiempo haciendo música, aprender a hablar un nuevo idioma o pintar, que creo que más que pasatiempos, son buenas inversiones de tiempo así que espero que a ti también te guste hacer todas esas cosas, porque pretendo enseñarles a nuestros hijos a desarrollar todas sus capacidades y qué mejor que aprendiendo de nosotros.

También, espero que siempre tengas las palabras adecuadas para cuando las necesite, que siempre me respetes, que siempre encuentres formas de subir mi ánimo cuando mi sol no brille tanto como de costumbre, que te animes a recorrer nuevos paisajes conmigo. Espero que te lleves bien con mi familia y yo con la tuya, que podamos invitar a nuestros amigos a la casa los fines de semana, que cocinemos juntos, que nuestro amor se demuestre en acciones y no nos llenemos de palabras que por el uso excesivo pierdan su significado.

Quiero extrañarte todo el día, para que de vez en cuando, el primero que llegue a casa reciba al otro con una sorpresa, quiero que en verano vayamos lejos de la ciudad a ver las estrellas en la noche y cuando me sienta pequeña y solitaria al ver la infinidad de astros en el cielo, pueda encontrar en tus brazos compañía. Quiero ver contigo como el viento hace obras de arte con las nubes al atardecer, que nos abstraigamos en pensamientos acerca de la vida y sentir como mis manos calzan perfecto con las tuyas. Quiero sonreír por la calle cuando vea, escuche o piense cosas que me recuerden a ti y quiero ayudarte cuando necesites mi ayuda, quiero darte momentos felices y si en algún momento nos enojamos quiero que nos contengamos, contemos hasta cien si es necesario, mientras nos miramos a los ojos y pensamos en el otro para calmar la tensión poner fin a la discusión con un abrazo.

En algún momento me hice la idea de no escribir esta carta porque mis expectativas son muy altas, o incluso romper esta carta si veo que mis exigencias sobrepasan en demasía la realidad, pero si después de todo este tiempo está sana y salva y la estás leyendo es porque no se trataba más que de esperar el momento adecuado. A veces creemos que debemos ser realistas, pero de vez en cuando es bueno soñar con el corazón, porque fue así como nos encontramos en el camino. Espero de todo corazón que yo también pueda cumplir con tus expectativas y sigamos siendo uno para siempre.

Gracias por compartir tu vida conmigo.

Laura.

Valdivia, 17 de febrero de 2010

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