Para el futuro amor de mi vida

No te imaginas cuánto te pienso, en cómo va a ser cuando te conozca, aunque puede ser que ya lo haga, me gusta esa sensación de amor puro, quiero temblar cuando esté cerca tuyo, quiero ruborizarme como una niña pequeña y quiero ver tu reacción cuando comiences a darte cuenta de que era yo la mujer que Dios había apartado para tí.

Quiero conocer tu sonrisa y despertar junto a ella cada mañana, quiero que en los días de frío pueda encontrar calor a tu lado, quiero compartir el desayuno contigo, quiero regalonearte cuando llegues a casa después del trabajo, me gustaría salir a pasear contigo, recorrer la naturaleza y mirarnos a los ojos en silencio mientras vemos llegar el atardecer, quiero ver brillar las estrellas mientras nos abrazamos, quiero que sea tu mano la última que sujete con fuerza antes de tomar la de nuestros hijos cuando sean pequeños, sé que ahora me provoca un poco de miedo pensar en hijos, pero también se que en algún momento desearé tenerlos si es contigo.

Sé que tengo varios defectos, pero quiero tener a tu disposición todas mis virtudes, quiero que sepas que me estoy preparando para que puedas encontrar en mi el apoyo y la ayuda que necesites, quiero ser tu amiga, aquella en quien puedas confiar plenamente.

Desaría que nunca nos enojáramos por algo, pero como sé que sí pasará, quiero que el mirarnos con amor sea la forma más eficiente de resolver nuestros conflictos y espero que nunca se ponga el sol sobre nuestro enojo, porque uno de mis miedos más grandes en la vida es perder a alguien por alguna situación fortuita y no quisiera perderte sin haberte dicho una vez más cuánto te amo.

Cuando cualquiera de los dos esté triste, quiero que nos abracemos fuerte, el tiempo que sea necesario, y que por sobre todo, en toda circunstancia, buscar del Señor siempre y agradecerle en los momentos felices, que espero que a tu lado sean millones.

Quiero estar ahí para cuidarte si te enfermas, ver películas juntos, invitar amigos a nuestra casa los sábados, disfrutar del sonido de la lluvia por la noche, hay tantas cosas que quiero vivir contigo y otras tantas que quiero que la vida felizmente me sorprenda.

No quiero seguir dando vueltas y tomar decisiones bajo mis propios criterios, quiero que después de tanto desamor, seas tú mi último destino, porque si de algo estoy segura es que el amor no hiere. quiero que el tren de mi vida, después de tantos accidentes, al fin tome el riel que llegue directo hacia tí.