A veces...

A veces te miro y pienso, tienes tantas virtudes de que carezco y a la vez tantas cosas en común conmigo por las que puedo entenderte completamente…

A veces creo que eres muy genial como para alguien como yo, tú tan íntegro y yo tan a medio reparar… pero quisiera ser tu apoyo cuando te sientas débil, me gustaría que no llevaras tus cargas solo, quisiera que de verdad entendieras que cuando te digo que cuentas conmigo si me necesitas, lo digo en serio, sin importar qué, si puedo ayudarte, lo haré…

Aunque a veces, yo también me angustio, porque nunca había conocido a alguien que me hiciera sentir como una niña, nadie me había inspirado tanta admiración, ni menos me había impulsado a mejorar tantos aspectos de mí y me pregunto qué pasaría si alguien más siente esto, y lo peor es que soy tan egoísta que desearía que nadie más te viera de la forma en que yo lo hago…

Y es que a veces también me da miedo, tengo miedo de no ser la única que sienta esto, y tengo miedo de que haya alguien mejor que yo, tienes un corazón tan tierno y dulce que cualquiera podría querer, chicos como tú no quedan muchos. Tengo miedo de que te fijes en alguien mejor que yo, porque tampoco creo que sea suficientemente buena para ti.

A veces no te entiendo, un día vienes, el otro vas… y a veces incluso, creo que hago lo mismo, no a propósito, sino porque no te entiendo y no sé cómo tratarte, me da rabia ser tan inestable y no poder mantener una amistad contigo como con cualquier otra persona. No te imaginas cuanto me esfuerzo, intenté dejar de lado lo que sentía para tratarte como al resto, pero se me hace difícil, porque para mí tú no eres como los demás, tengo una guerra dentro de mí que no se detendrá hasta que aprenda a separar lo que siento, de nuestra amistad, espero encontrar pronto la paz, para dejar de ser tan cambiante, y sigo teniendo miedo, porque no quiero arruinar lo poco de amistad que hemos construido y no imaginas cuánto lo valoro. De hecho, prefiero seguir siendo tu amiga, me hace muy feliz eso y lo prefiero por sobre arriesgarme a que dejar de serlo.

A veces me pregunto en qué momento este sentimiento hermoso se mezcló con angustia, quiero que vuelva a ser como antes, quiero sentir flores flotando a mi alrededor, sentirme torpe en frente tuyo, no quiero ser fría. Aunque desearía que no te hubieses enterado nunca de lo mío, así estaría más tranquila, porque no sé qué piensas de eso y menos sé interpretar tus actitudes, aún menos entiendo porqué cada vez que sueño contigo, tus actitudes en los sueños se transforman en actitudes reales después de que me despierto, ya sea si eres amable o áspero y eso puede cambiar de un día para el otro después de que te sueño.

A veces me olvido de que estas cosas no dependen de mí, y que debo buscar a mi Dios quien tiene el control de todas las cosas, aún sigo creyendo que puedo sola con esto, cuando necesito su ayuda en esto, lo necesito para librarme de la angustia y del miedo, lo necesito, tú no mereces que sea tan cambiante con mi actitud hacia ti y yo tampoco merezco sentirme tan agobiada por esta incertidumbre, pero si tengo que tomar un paso al lado y esconder mis sentimientos en lo más profundo de mi corazón, lo haré porque lo último que quiero, es ser una molestia. De verdad desearía que nunca te hubieses enterado…

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